Como bien dijo el dramaturgo griego Esquilo:“de una pequeña semilla puede nacer un gran árbol“y esto es lo que le sucedió a Kenton Lee, un joven Estadounidense que tuvo la brillante idea de crear un zapato que crece hasta 5 tallas y que puede durar hasta 5 años.  Este interesante proyecto está consiguiendo muy buenos resultados.

En 2007, Kenton Lee, estaba viviendo y trabajando como voluntario en Nairobi (Kenia). Un día se dirigía a la iglesia y observó como una pequeña niña, que caminaba próxima a él, llevaba puestos unos zapatos excesivamente pequeños, incluso le sobresalían los dedos de los pies. Este hecho, hizo que germinara en su cabeza la idea de fabricar unos zapatos que se adaptasen al crecimiento de los niños y que de esa manera, no tengan que caminar descalzos ni con un calzado que no es de su talla. Aunque esta fue la circunstancia que motivó a Kenton Lee a desarrollar dicha invención, desgraciadamente, según numerosas estadísticas, “ hay más de 300 millones de niños que no tienen zapatos”, lo que en África supone coger parásitos en la piel y uñas de los pies, infecciones e innumerables enfermedades (más de 2000 millones de personas sufren enfermedades transmitidas por la planta de los pies).

Una vez de vuelta en EEUU plasmó su idea sobre papel y trató de ponerse en contacto con las grandes marcas de calzado, Nike, Adidas, Reebok… pero a ninguna de ellas les atrajo la idea, a pesar de que Kenton Lee les cedería la patente, ya que, el no buscaba fines económicos, tan solo que el proyecto saliese adelante. Ante la negativa de dichas marcas, se dispuso a crear su propia organización benéfica Because International, como plataforma para “Los zapatos que crecen”. Precisamente ese mismo año, Proof of Concept, empresa de calzado que colabora con numerosas causas sociales, accedió a confeccionar los diseños de Kenton.

¿Cómo hacer que un calzado aumente en longitud y amplitud?. Pues la solución no es tan compleja como nos podemos imaginar. Cada zapato tiene unas tiras que posibilitan ir ajustando a lo ancho, una hebilla que permite llevar sujeto el talón y un broche en la suela que se despega conforme el pie vaya creciendo. Los zapatos se dividen por tallas, de 5 hasta 10 años y de 10 a 15 años, periodos en las que los pies crecen de una manera más acelerada. El pasado año se hicieron dos grandes envíos. El primero, de 3000 unidades destinadas a Ruanda y Kenia, y el segundo de 5000 unidades.

Para los interesados, existen dos maneras de colaborar con el proyecto. Los que viajan y adquieren los pares que quieren llevar; y los que  donan una cantidad mínima de 10 dólares por un par y determinan la organización encargada de enviarlos. Actualmente están trabajando en su próximo proyecto: Better Bednet ( mejor mosquitero ), una red protectora contra los mosquitos, que se sujeta sola y que se puede ubicar en cualquier lugar. El beneficio prioritario es protegerse de los mosquitos que transmiten la malaria.