La Isla Mínima, película dirigida por Alberto Rodríguez, acaba de erigirse como gran triunfadora de los premios Goya, consiguiendo nada más y nada menos que diez estatuillas.

La acción se desarrolla en un pequeño pueblo de las marismas del Guadalquivir, donde la naturaleza construye un espectacular paisaje fractal.

Alberto Rodríguez se inspiró en las imágenes aéreas capturadas por el fotógrafo de la Estación Biológica de Doñana, Héctor Garrido, responsable de documentar la zona y llevar a cabo el censo de aves; también es autor del libro Doñana y las marismas. Armonía fractal.

Rodríguez quiso contar con Garrido para el rodaje de la película, consiguiendo de esta manera una imágenes y una estética realmente espectaculares.

Fuente: Verne