Probablemente es por falta de agua. Asegúrate de mantener siempre el sustrato húmedo y de que riegas con suficiente agua. Si vives en una zona geográfica seca con temperaturas elevadas, aumenta la frecuencia de riegos y humedécelo cada vez que se esté secando.

Aumentará su tamaño 4 o 5 veces, y notarás que está completamente blando y que se desmenuza fácilmente. No seas impaciente, el proceso puede llevar entre 15 y 20 minutos.

El mejor sitio para colocar tu cultivo es una parte de tu casa con una temperatura alrededor de 20ºC donde haya luminosidad pero no le dé el sol directo. Evita ponerlos cerca de la calefacción o el aire acondicionado.

Puedes cultivarlo tanto en interior como en exterior. Asegúrate que lo haces en su época ideal para que las condiciones medioambientales sean las apropiadas para que crezcan.

La época de siembra es a finales del invierno y en primavera. En interior, puedes plantarlas durante todo el año.

Simplemente introduce la maceta de germinación en el sustrato de la maceta donde planeas trasplantarla, o directamente en el suelo de tu jardín. Las macetas de germinación son 100% biodegradables y se degradan en el suelo, dejando espacio para las raíces.

La maceta está hecha de fibras naturales, y el crecimiento de moho es bastante normal. Sin embargo, si hay demasiado moho, podría indicar un exceso de humedad. Reduce ligeramente la frecuencia de riego.

Las plantas para florecer necesitan mínimo 6 horas de sol diarias y que las riegues 1 o 2 veces a la semana. Si las tienes en interior, asegúrate de que en ese sitio les da el sol el tiempo necesario, si no, cámbialas a un lugar que de el sol directo, por ejemplo, una ventana.