Un grupo de estudiantes de diseño han creado Ooho, una “botella” de agua comestible.
Su inspiración la encontraron en la membrana interior de los huevos, encargada de retener a la yema. Su invento ha ganado el premio de diseño de Lexus y su idea es la de en un futuro sustituir a las tradicionales botellas de plático.
La membrana está formada con una serie de algas comestibles combinadas con cloruro de calcio. Este envase lo tiene todo, ya que además de ser comestible, es biodegradable y su coste de fabricación es muy bajo.
Vía: Veo Verde