En 1999 Ryan Hreljac tenía 7 años y en su escuela le contaron la problemática existente en ciertas zonas de África para poder disponer de agua potable.
Esta historia conmovió tanto a Ryan que decidió reunir el dinero necesario para la construcción de un pozo en algún lugar de dicho continente. La cifra necesaria para poder llevar a cabo la construcción de un pozo de agua potable era de 2000 $, cantidad francamente difícil de conseguir para un niño de tan sólo 7 años. Gracias a su tesón y la ayuda de familiares, amigos y vecinos, Ryan consiguió su objetivo y ese mismo año construyó su primer pozo en el norte de Uganda.
Su actividad no cesó ahí y en 2001 creó la fundación
Ryan´s Well que a día de hoy ya ha construido más de 740 pozos y 990 letrinas que dan servicio a cerca de 800.000 personas. Un verdadero ejemplo de esfuerzo y solidaridad hacia los más desfavorecidos.