¡Ya llegó! Fue ayer 20 de marzo cuando oficialmente empezó la primavera. Este año nos está dejando atónitos con el buen tiempo, ya no sabemos muy bien que celebrar, si el fin de las lluvias o el solazo del que hemos disfrutado. En todo caso parece que lloverá, y nos alegramos, como dice la canción tiene que llover, que lo verde es muy bonito -y rico- y además nos quedamos sin setas.
Ya casi están
Ya sabemos que es muy pronto, que todavía falta más de un mes. Sin embargo, para la bienvenida a esta nueva estación, que mejor manera que recordar la celebración típica en Galicia: Os Maios (los mayos en castellano).
Para todos los públicos
Muchos de vosotros seguramente recordaréis que en el cole de vuestros hijos estuvisteis preparándolos, otros tendréis un vago recuerdo. En todo caso es una buena oportunidad para pasar más tiempo con los peques de la casa. Podrás enseñarles y aprender a revivir con ellos la naturaleza.
Renacer vegetal
Esta tradición ancestral gallega celebra la llegada de la primavera. Para ello se construyen esculturas florales y efímeras con diferentes plantas y flores típicas de la región. Aunque, durante siglos, fue un festejo muy habitual cayó paulatinamente en desuso. Afortunadamente, poco a poco, se empieza a retomar cada vez más. Para aquellos que la desconocen es una buena oportunidad para acercarse a las tradiciones prerromanas tan habituales en tierras galaicas.
Esta fiesta es la anterior a una de las grandes celebraciones gallegas de origen también prerromano, San Xoan (San Juan), que no es otra cosa que la celebración del solsticio de verano. En todo caso, Os Maio, ya nos va avisando que hemos cambiado de ciclo y que llega otro, más fértil y productivo.
Llegan los meses cargados de nuevas experiencias y actividades, todo se inunda de vida, es el momento de los Maios de celebrar el fin del invierno y dar la bienvenida da a las nuevas cosechas.
Una fiesta para los niños
Así el papel principal lo tienen los niños. En el norte el protagonista de la fiesta es un niño que hace de Maio y canta vestido con hojas y flores, acompañado con más niños que le hacen los coros. En el sur, como por ejemplo Ourense, el Maio es una figura piramidal o cónica hecha también con plantas como hinojo y hiedra.
Aunque haya muchas hipótesis del origen de esta fiesta, como sucede en otras muchas culturas, es un ritual por el renacer del mundo vegetal, una celebración de la vida. Por ello, ese día, son tan importantes los niños y las flores.